Innata es una obra de Inmunae Lab, trabajo en colaboración de los creadores escénicos Janine Espinoza y Ramiro Airola. El programa dice que son: "un par de seres agradecidos, artistas multidisciplinarios e independientes, con la necesidad de expresar, compartir y co-crear desde una perspectiva más empatica. Inspirados por la magna eficiencia de un respiro y todo lo que en ello inhalamos... vida. Innata es una obra coreográfica que a través del movimiento y la relación intrínsea entre quién la presencia y los intérpretes, nos integra a reflexionar en torno a la contingencia, el distanciamiento y la introsprección; después del pánico, la duda y la reflexión, revaloramos".
Gabino Guerrero. Momentum Photography |
Junto con los ciclos de Andamios y El Mentidero, Innata fué una de las obras con las que comenzó a regresar la presencialidad al teatro en Hmo, abriendo diversos espacios para mostrar las artes escénicas. Yo ví las presentaciones en Casa del Sol y el fragmento que presentaron en el nuevo festivalito Masso Taji.
Debo decir que hace tiempo no veía tan tremendo trabajo de equipo como el de la pareja de intérpretes en Innata, es decir, la comunicación del movimiento entre los cuerpos, la "química" como dicen de los actores, se antoja increíble. Los cuerpos se leen, afectándose mutuamente, compartiendo movimiento, energía, espacio y claro, construyendo unas calidades exquisitas. Desde mi lugar, voy sintiendo una emoción llenando mi alma al presenciar un verdadero "todos para uno y uno para todos", lo que veo no es a dos solistas, sino un solo ente escénico que desdoblado en dos fuerzas construye una sola vivencia, peeeeero y ahí está lo verdaderamente complicado: manteniendo la individualidad. No es nada fácil, pero tan se puede que ellos lo logran con naturalidad. En un mundo regido por el egoísmo, mantener la humildad y autenticidad del artista para actuar en el beneficio de la obra se ha convertido en una rara gema. El Maestro Alex Zybin (formador de generaciones de bailarines en Bahamas y México) decía que el escenario es como una lupa: todo puede verse, hasta tus intenciones. Gracias Janine y Ramiro por jugarse el todo por el todo juntos para nosotros, con esa honestidad y excelencia.
Foto Enrique Romero |
Bueno, el caso es que el patio se ilumina, suena la música y sientes a Ramiro bailando, ajá, claro que lo ves, pero su presencia es tan contundente que te atrapa, el intérprete se mueve a full, directo al 1000%, aislamientos, sucesiones, foco, intención espacial, rangos, matices, peso, plié, kinosfera, the works. Es solo la primera pieza y ya estamos trepadísimos, si pudiera explicarlo con palabras sería algo así como comparar este inicio con el momento al que llaman clímax en una obra tradicional, ¿has oído eso de principio-desarrollo-final? ¡pues nada! Ramiro se lo brinca y va directo al punto alto, por ahí de repente deja caer una breve mirada al público haciendo unas ligeras micropausas, entonces, los que lo estamos mirando... también contenemos la respiración pausando el momento con él, para luego continuar fluyendo con libertad. Ya se sabe que ese dominio técnico del cuerpo tiene detrás una ardua formación técnica, para después como dicen los profes liberarte de la técnica. Este par es un ejemplo de ello, imagino que tallerearon por horas y horas para esta coreo, porque de Innata no puede decirse que visite lugares comunes, está hecha con un lenguaje de movimiento peculiar, interesante, muy particular de los intérpretes.
La obra sigue y en un momento se integra al espacio Janine y ahí, se arma la fiesta. Irrumpe con fuerza y el foco se desplaza hacia ella, haciendo gala de un lenguaje propio, su energía es un halo que casi puedes ver, Janine afecta cada centímetro cúbico del espacio que toca, apropiándose no solo del que ocupa ella sino del nuestro también. La manera en que maneja la respiración parece darle un control infinito de su corporalidad, o tal vez sea todo lo contrario y es el movimiento el que provoca la respiración... ve tu a saber, el caso es que el resultado es para vivirlo y disfrutarlo. Mi madre tiene un dicho muy simpático para los buenos bailarines: "ay (suspira), se mueve con tanta gracia" dice. Para mí Janine es una bailarina poseedora de esa gracia, desarrollando además una técnica clara y precisa.
Gabino Guerrero. Momentum Photography |
Al terminar la función, nos contaron que un día se reunieron por zoom y mientras platicaban sobre experiencias pandémicas, coincidieron en que no se habían contagiado, bromearon sobre ser inmunes, de ahí el nombre de su agrupación Inmunae lab, y sintieron la necesidad de trabajar juntos. Innata se construyó primero virtualmente y cuando se levantaron las medidas estrictas de distanciamiento social pudieron trabajarlo en presencial. También se vacunaron. Sobra decir que Inmunae Lab es un proyecto al que no hay que perder de vista en el futuro.
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