Saturday, May 21, 2011

Menos es más, también en el Desierto

Si hay algo cierto en el mundo actual, es que está en constante cambio, por lo tanto el arte actual tiene esa posibilidad. El contemporáneo puede ser cambiante, un día vemos bailarines ejecutando armoniosamente cargadas, caídas y vuelos y otro observamos un cuerpo entrenado para el movimiento y la reflexión, experimentando sutiles, pequeñas y casi imperceptibles transiciones en el cuerpo y espacio. Así es en todo el mundo, en Hermosillo "pues" también.
En el reciente Festival Un Desierto para la danza, un crítico advertía en el "danzine" (fanzine editado por el festival) que contestaría a la pregunta de "¿que le pareció?" con otra pregunta. Cito textualmente:¿Donde quedó aquel Quiatora que jalaba al público, que evitaba que se levantaran de sus asientos, donde quedó?

El gran maestro Joaquín Banegas dice que el arte de la danza evoluciona desde los coreógrafos, ellos son lo que van marcando la pauta y las tendencias de acuerdo a la visión del arte, el mundo y la vida de cada uno. En el caso del periodista y escritor que responde a la pregunta con otra, yo "desde mi muy humilde y personal punto de vista" le diría que creo que Quiatora como todo artista de su tiempo, evolucionó. Ahora obligadamente me remito a la audiencia, tal vez se acerca la hora en que como público también debiéramos evolucionar, aunque sea en apertura para ver arte escénico desde un punto de vista mas global, como dice Stephens estar abierto a la percepción.
El arte contemporáneo representa, "desde mi humilde punto de vista" (again)la posibilidad de explorar y si para ello el creador encuentra en alguna corriente como el minimalismo un elemento para la creación, yo como público, lo agradezco. Sin importar que sea mi corriente favorita o no... ver y conocer enriquece al ser humano.

El discurso de lo que es danza y lo que no, hace mucho que quedó en la antigüedad, pero como en la política, sigue habiendo gente que prefiere preservar esquemas conocidos que le funcionaron o no algún momento de su vida con tal de no comprometer o comprometerse... no se que, ni con quien, porque al fin y al cabo, levantarse o quedarse en la butaca es decisión propia. El espectador puede también evolucionar y no con esto necesariamente cambiar sus gustos, preferencias o compromiso estético.

Yo vivo en la aldea global y si creadores como González, Sotelo, Castaños, Childs, Vogrig y mas, me invitan a la contemplación, me enfrentan a la reflexión o me orillan a la evolución sin mucho movimiento... lo agradezco porque de nuevo, me sitúan en un mundo actual. Este mundo en que vivo y que tiene conciencia global, con paralelos en el accionar humano (artístico, tecnológico, ideológico) en todo el mundo. Baste notar el resurgimiento de movimientos nacionalistas y partidos de ultraderecha en todo Europa, o como comenzó la danza aérea en la misma época en latitudes distintas... México incluido.

Disfruto la tradición pero también la evolución y el riesgo. Guardando las debidas proporciones, Todo es válido. Lo actual no descalifica a lo clásico y visceversa.
Celebro la actualidad en Hermosillo. Donde hay carne asada, pero también cultura!!!
Para saber mas de lo que está pasando en el mundo con el revival del minimal... chécate este link... Un "must" si te late la danza contemporánea.
http://www.elpais.com/articulo/portada/elpepuculbab/20110514elpbabpor_45/Tes

Saturday, May 14, 2011

Los hermanos Hernández en México.


http://www.eluniversal.com.mx/cultura/65422.html

Una amiga mía dice que Esteban es el chicharito de la danza.... ojalá la danza tuviera esa difusión. Vayan a verlos con el Ballet de Monterrey en la Sultana del norte, además estará en Ópera prima como invitado. Ojalá a algún empresario se le prenda el foco y lleve el espectáculo mínimo a la ciudad de México para que mas gente lo vea.

Tuesday, May 10, 2011

Punishment to the movement. Payró en el Desierto

Cuando leo un programa de mano, me entero de algún aspecto de lo que estoy a punto de ver, en este caso el texto dice que en la obra se aborda la relación castigo-cuerpo,los mecanismos de poder y dominación que lo cercan, lo marcan , lo doman, lo fuerzan a unos trabajos. Luego habla sobre la práctica de encerrar para corregir, al final hace notar como los migrantes humanos son castigados, deportados, perseguidos, etc...
El texto me pareció muy prometedor, y con buen ánimo corrí a la sala. Ví Punishment to the movement a través de una malla ciclónica que obviamente daba la impresión de un lugar delimitado para separar la acción que ocurría en el escenario de la sala donde ocupé una butaca.


La obra comenzó, luego siguió con un excelente texto sobre lo que parecían instrucciones para una cárcel, un ejército y hasta para una escolta o un desfile militar. La solista enfundó los pies en unas brillantes botas negras, tomó la guitarra y cantó a dúo 1, 2, 3, 4 (One, two, three, four)luego bailó, jugaron manitas calientes, se pusieron una máscara y vimos un buen video alusivo a la migración animal, con una estética que recordaba el video de la película El aro y un sensacional sonido envolvente. Entonces, terminó. Así de desarticulado como se lo cuento. A la salida, caras largas y comentarios no muy buenos. La broma era que lo bueno era que había durado 23 minutos. Personalmente, me dió la impresión de estar viendo un trabajo en proceso, un ensayo de esos cuando el coreógrafo aestá perfilando la obra en movimiento o en escenas pero que le falta trabajo para poder mostrarla al público. La danza y el rock PERMITEN el libre tránsito y la mutua invasión pero la verdad no me quedó claro donde se invadían y/o trasguedían en esta obra. No espero literalidad,linealidad, o historia pero el tener posibilidades de explorar para la escena los ámbitos de la música, la danza, el video, y las máscaras no quiere decir que tengas que poner uno de cada cosa en tu proyecto, solo porque las haces bien.
No ví venir el final y tampoco me dí cuenta de cuando llegó, me faltó o preparación o contundencia. Claro, igual y no es lo que buscaba la obra, recordemos el año pasado como una serie de ocurrencias dieron lugar a una pieza muy efectiva con la compañía Lanónima imperial de España. Tampoco había conexión entre una escena y otra pero parecía que ese era el objetivo, con Payró me quedó claro que la intérprete puede bailar, cantar y actuar y que tiene un hermano que toca la guitarra. Me gustaron mucho las máscaras, que bonitas, también el video y la bailarina. Pero la obra deja demasiados cabos sueltos en la dramaturgia escénica, a donde les lleva el análisis del texto, del movimiento, la improvisación, la interpretación de una canción de rock, etc...? En el caso de esta noche hubiera preferido ver el resultado mas que el proceso. No digo que esto lo sea, pero a grandes rasgos, esa es mi impresión. Una propuesta a la que le hizo falta un ojo externo quizá. Es muy difícil dirigirse a sí mismo, imagino todas las complicaciones que debe enfrentar un intérprete que además debe dirigir, componer, elaborar la idea y la dramaturgia de la pieza, y toooooodo lo demás... Pero lo que si, es que me quedé esperando la trasgresión, algún discurso corporal sobre poder y dominación y la utilización del texto de Foucault reproducido en el programa de mano reflejado en la pieza de una manera mas efectiva para la escena y por tanto, mas interesante para el público.

Sunday, May 08, 2011

Hymen Vorgos en el Desierto

Hymen Vorgos es una instalación coreográfica para galerías, creada por Benito González con Producciones la lágrima.El diseño visual es de Mauricio Asencio y el diseño de los objetos y espacio es del Arq. Germán Noriega
Ya teníamos información de que se realizaría una Instalación en la galería Kino para este festival, y que el co-director de Quiatora Monorriel sería el creador de dicho trabajo. Sobre aviso comienzan las expectativas. Benito González, (miembro del SNC)comenta en el "danzine"que la instalación parte de una reflexión conceptual sobre el estudio del tiempo y que la obra tiene continuidad con la línea de "Alas de Madonna", solo que mas contemplativa.
En esta obra se interviene la galería Eusebio Fco. Kino, apropiada por cinco seres en blanco y negro que utilizando este espacio no para lo que fué creado(arte bidimensional), sino descontextualizandolo con su presencia, modifican la percepción del espacio tradicional como normalmente se vive en las exposiciones.

Los artistas ocupan un sitio en el entarimado negro con sillas transparentes, y realizan algo que pareciera ritual. Atemporal, sin guión o libreto aparente, no hay principio ni final. Dos barras de hielo con "algo" congelado dentro son el único elemento que aterriza al tiempo en su lento discurrir.

Es una obra abierta. Los intérpretes invitan a la contemplación del acto que ahí está ocurriendo caminando en tacones dignos de las Hermanas Vampiro y Lady Gaga, pero con una imagen que puede hacernos pensar en personajes del Manga japonés y al mismo tiempo, dejar abierta infinitas lecturas para el observador. Desde un cirujano tipo Dr. Frankenstein pasando por los replicantes de Bladerunner y hasta los trabajadores de la planta de órganos en Los recolectores. Usted elija, aquí puede hechar a volar la imaginación.

El cuerpo caminando en el centro cambia cada determinado tiempo y los cuatro restantes sentados en las esquinas cual puntos cardinales participan de este estudio del tiempo estando presentes en una especie de jardín Zen donde la aparente calma entraña una energía y fuerza interior para sustentar la interpretación en Hymen Vorgos.

Cuando entré a la Galería, había demasiada gente que platicaba en voz alta, haciendo la música casi casi inperceptible. Normalmente cuando uno ve obra en alguna galería ó museo de arte, hay comentarios e intercambio de puntos de vista sobre lo que se está observando, pero aquí era franca plática... Escuché por ahí que alguien decía que le gustaba mas cuando los bailarines le exigían mas a su cuerpo y hacían movimientos mas difíciles como cuando veía a Truzca (el primer grupo profesional de danza moderna en Sonora) otros comentaban sobre su vida y demás. Todo se oía... Menos la música de la instalación.

Finalmente fuimos quedando pocos espectadores, entonces escuché la música y para mí, la instalación cobró un sentido distinto, todo tenía una razón y justificación. Personalmente me gusta mucho sentarme frente a una obra y ponerme los audifonos que están en la banca, así percibir como el autor pensó que su obra debía ser observada. Con una música elegida para acompañar la vista y provocar quizá, una experiencia estética que involucre mas sentidos.

Entonces,en ese punto... disfruté mucho la obra, encontré matices y diferencias en los personajes de cada uno de los seres habitando el universo de ese espacio, creo que pude presenciar como habían ya dado la vuelta y el ritual parecía comenzar de nuevo sin pausa ni final necesario. Como la vida. Continua, llena de blancos, negros y grises donde a pesar de, y a como de lugar, seguimos adelante en nuestro propio jardín zen buscando equilibrio, visión, objetivos, objetos etc... Tratando de mantener la serenidad sin dejar de vivir el día a día con su propia emoción.

Me pareció que hubo momentos brillantes en la obra, por ejemplo cuando los cinco seres se ponen de pie y las intervenciones de Nadya Rodríguez y Emmanuel Pacheco. Al respecto, Omar, estudiante de Biología de 22 años, comentó que había momentos que perdía la conciencia de que el bailarín era un ser humano. Arely de 21 años, estudiante de Artes plásticas me dijo que le parecía un espectáculo muy innovador, que sacaba de onda a la gente pero al mismo tiempo el look jalaba mucho porque era algo actual... Otros (varios) se quedaron esperando que algo pasara. El maestro Norzagaray, comentó: "Me gustó la idea de que el tiempo es distinto en cada quien, ellos tienen su tiempo y yo observo desde un tiempo distinto, el que presenta problemas de tiempo es el espectador, ellos pueden estar ahí todo el tiempo"

Ahora, en cuanto a los intérpretes, me parece que algunos de ellos pueden mejorar el manejo de su energía para incidir en su pulso interno, creo que es una obra particularmente difícil de ejecutar ya que deben mantenerse presentes por horas en el flujo continuo de la obra, además del hecho que la gente entra y sale constantemente. Habrá que continuar ejercitando la atención y la manera de llevar la traducción de ideas y conceptos al cuerpo. Siendo bailarines tan fuertemente entrenados, el movimiento mínimo constituye siempre un reto a vencer, pero el sello de contemporaneidad está tanto en la concepción del hecho creativo como en la ejecución de la puesta en escena. Los interpretes contemporáneos tienen la responsabilidad de ver mas allá para poder transitar exitosamente de una caída recuperación a la acción de simplemente ESTAR.

Obra abierta. Usted decide.