Friday, March 12, 2010

Vorte-6. Tiempo de reflexión?



Asistimos a la presentación de Vorte-6 en el Son-A, En un espacio tan maravilloso que honestamente, merecía una composición especial. La alberca vacía del Héctor Espino.
Sin embargo, desde su fallido "Metamorfosis de Eco", obra en la cual, TAMBIÉN, construyó un hermoso espacio con fondos blancos y luces laterales en el Teatro de la Ciudad, la joven coreógrafa Abigail Núñez, no presenta una obra con dramaturgia clara, sino más bien, secuencias de movimiento encadenadas, eso si, muy bien ejecutadas pero sin un fundamento que pueda sustentar el desarrollo de la obra coreográfica.En el caso de Eco, el planteamiento sobre el uso de la tecnología, utilizando cámaras con sensores de movimiento que a su vez provocaban un sonido, terminó diluyéndose ante una falta de dramaturgia o congruencia entre las partes de la obra donde si bien nos daban un texto explicativo en el Programa de mano, era difícil encontrar correspondencias que llevaran un hilo conductor, que todos sabemos, no tiene que ser lineal ni descriptivo, pero creo que en esta obra lo que sucedía eran las secuencias repetitivas de movimiento que las bailarinas iban haciendo al compás de una selección musical que se antoja casi casi al azar, sin dejar en claro la existencia o no de una relación con la obra.
En el caso de el estreno en la alberca, mi percepción es que ensayó la obra en un espacio tradicional y el día de la función solo la sacaron del salón y la pusieron en la alberca, sin tomar en cuenta las características físicas y espaciales de dicho espacio.
Un acierto me pareción la inclusión del trabajo de Daniel Molina en esta producción de "vorte-6" Textos muy bien dichos, y un dominio corporal que aunque distinto del estilo manejado por Abby y Sharon, enriquece esta pequeña puesta.
De la obra: Nada que decir, esquemas repetitivos, movimientos que se antojan para secuencias de clase,falta de justificación del espacio, incluyendo una pequeña alberca construida descuidadamente con bolsas de basura de plástico negro. De repente estando en una alberca gigantesca y con un charco mejor logrado, bailaban en el espacio de agua contenida por la improvisada barrera plástica. El gesto de tirar la arena, cliché ya muy visto, no sufrió efecto alguno en el espacio, la audiencia o los bailarines, cuando se metieron a la mini-alberca,todos estabamos esperando que eso pasara, sin haber sustento ni justificación para ello,mas que el hecho de que como estaba ahi, era obvio que la utilizaran. Fuera de el agua las caídas se escuchaban "cayendo" contra el piso, golpeando contra el duro suelo de la alberca descalzos pies. Podian escucharse hombros, espaldas y rodillas estrellandose contra el concreto, que dolor.Lo traduzco como falta de dominio o ensayos en el espacio propuesto.

Porque bailar en un piso asi como si fuera la cálida duela del estudio?A cada espacio sus consideraciones. La historia da cuenta de lo terriblemente difícil que es dirigir y bailar al mismo tiempo,tanto la obra como la ejecución del director en cuestión sufren algo en este proceso.

Queda al aire la pregunta: ¿acaso será tiempo de que la coreógrafa dos veces ganadora del Premio Regional de Coreografía, encuentre algo distinto, que no nuevo, que decir? Reflexionar sobre el proceso creativo personal siempre cae bien.
Me quedo con los programas anteriores de Vorte-6. "Horas menores" mi favorito.

Bien por los bailarines, Christian Sharon, Abigail Núñez y Daniel Molina: Un mono libre con textos muy bien entregados.

Excelente organización por el equipo del Festival Son-A

No comments: