Jared Gradinger y Angela Schubot presentaron en el Desierto su primera
producción de larga duración: What they are instead of. La fisicalidad extrema
y un trabajo de respiración complejo ofrecen una lectura sobre relaciones. La
relación del movimiento con la respiración, del espacio propio con el del otro,
del impulso con la fuerza, y la constancia de ser con el estar en el
escenario. El dueto equilibra la ejecución de los intérpretes con la
acción sucedida en el foro del cual participa la audiencia por el simple hecho
de estar tan cerca. La partitura del movimiento y la respiración generan el
acompañamiento sonoro para What they are instead of. Pueden leerse aspectos de
la intimidad, la codependencia, los alcances del yo en el otro, el reflejo de
la necesidad de un espacio personal compartido con otro alguien. Como
espectador, me siento invasor de este espacio hipnotizado por el sonido de cada
exhalación. Los golpes de las cargadas y caídas, la manera en que intercalan el
dominio sobre el otro intermitentemente pero sin caer en un ritmo regular,
imágenes que justo cuando están a punto de agotarse son transformadas por un
movimiento constante y un juego en la respiración que se antoja difícil de
lograr, respiran al unísono, a veces, otras son como pistones que alternan el
manejo del aire con una coordinación casi espectacular.
En lo que a mí respecta, esto es danza experimental. Explorar con la
respiración, temporalidad y la acción física extrema a la que apuesta
Gradinger-Schubot requiere horas de exploración, ensayo, prueba y error. Hay un
momento en que la obra regresa a la posición inicial. Todo comienza de nuevo.
Idéntico. Exactamente igual hasta que después de un lift con una
suspensión provocando el esperado silencio, (ahora sí que pausa dramática)
realizan variaciones subiendo la intensidad de la puesta hasta el final marcado
por un obscuro.
Para la segunda vuelta de la secuencia, muchos danzines estaban siendo
leídos, pero solo una persona abandonó su asiento para, diez minutos después
volver a ocupar su lugar. Con Lola Lince y su danza experimental con influencia
Butoh alrededor de 20 personas abandonaron la sala, lo mismo ocurrió con Rubberband
Dance group y su constante movimiento acrobático. Aquí nadie dejó su lugar.
Independientemente del gusto por una estética o estilo de movimiento
determinados seguimos sentados hasta el final. El trabajo tiene una factura
impecable, un planteamiento humano común (el yo y el otro) tomado por el dueto para su análisis y exploración en movimiento. "¿Cómo
podemos coexistir?" pregunta que aparece en el programa de mano,
"¿Cuánto necesito?". La experimentación para esta composición se
antoja fundamental y el resultado es este programa que tiene lo necesario para
mantener el interés y provocar el debate (puertas afuera) en un público que no
se deja impresionar fácilmente.
Gradinger-Schubot "mezcla la práctica física con discursos
filosóficos y esotéricos"; y sí. Me quedo con alguna reflexión
respecto a la búsqueda de la unidad incondicional. ¿Simbiosis a través de la
pertenencia? ¿Disolución del yo? ¿Y cuánto necesito? ¡Pero... qué manera
de respirar!
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