Arte sonorense en Culiacán

Los vínculos entre Sonora y Sinaloa comenzaron en los años 80, con intercambios entre universidades y ahora, casi dos décadas después, ese encuentro entre dos ciudades es posible en los festejos del 480 aniversario de Culiacán, que tiene como ciudad invitada a Hermosillo.
Y los artistas que han vuelto constantemente y los que no lo hacían desde entonces, se sorprenden del crecimiento en el movimiento cultural de ambas regiones.
Sergio Galindo, de la compañía teatral del norte; Manuel Ballesteros, de la Compañía Asando Danza, Roberto Corella y Cutberto López, dramaturgos; la artista visual Paula Martins, la cantante de ópera Maribel Ferrales conviven aquí, como no lo hacen quizás en su ciudad de origen, celebran y comparten su arte.

"Que haya este tipo de festivales, cuando hay ciudad invitada, es una oportunidad para el público asistente y para los creadores de la ciudad invitada, convivir y compartir su experiencia con los creadores de la ciudad sede. Hay un diálogo que tiende a generar procesos de superación y de profesionalización", consideró Cutberto López.

Galindo dijo estar contento y agradecido con Culiacán, ciudad en la que ya había podido trabajar, con el Taller de Teatro de la UAS.
"Ahora regresar con el resto de los compañeros es un placer. La experiencia ha sido buena, yo la había experimentado con Cananeas y lo que sí se nota es una vida cultural muy activa".
La cantante Maribel Ferrales, quien ofreció el sábado un recorrido de ópera, desde la canción rusa y alemana, hasta la música latina y concluyó con un popurrí mexicano, comentó que las colaboraciones entre el coro de la universidad de Sonora y Sinaloa, se ha dado en los últimos cinco años.

La artista visual Paula Martins, quien inauguró Piedras Flores y frutos, manifestó que se dijera que su exposición es un riachuelo sereno, donde descansar un poco y estar en paz.
Ballesteros destacó la oportunidad de estar compartiendo, porque en Hermosillo se ven, pero a lo lejos y aquí están conviviendo mucho.

Corella, actor y dramaturgo que no venía a Culiacán desde hace 17 años, recordó que en los 80 cuando hubo un encuentro de teatro regional, lo que se hacía eran adaptaciones de la obra de Moliere, y Óscar Liera propuso que se montaran obras de autores de las regiones. Y a partir de ahí se empezó a generar un movimiento dramatúrgico en el noroeste.

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