La Plaza Bicentenario se ha convertido en un lugar para visitar el fin de semana, hay restaurantes, café y muchos eventos. Fué en esta plaza que la Escuela de Danza Núcleo Antares presentó "Polígono Irregular" como parte de las actividades del Festival Cervantino en su extensión para Sonora.La obra, siguiendo la línea de Triángulo Escaleno fué compuesta especialmente para espacios abiertos. Con piezas musicales familiares y fácilmente reconocibles, el coreógrafo Miguel Mancillas arma un espectáculo de corte ligero y divertido, donde los personajes en lentes de sol, camisetas a rayas y minifaldas provocan sonrisas en los espectadores con su danza. En esta ocasión se omitió la pieza final de la obra, lo cual me parece un gran acierto para la escuela, ya que esta última pieza rompe con el ánimo de fiesta predominante en la obra y cambia no solo el estilo de música sino también la forma en que los personajes actúan y con estas acciones la obra toma otro sentido llevando a la audiencia a un estado mas contemplativo. La compañía baila la versión completa, pero en esta ocasión, los estudiantes hicieron una versión mas corta de Polígono.
En la primera pieza los bailarines, pasean por entre el público corriendo de un lado a otro y, de acuerdo al personaje de cada uno, buscan interactuar con el respetable, me parece que esta parte dura un poco mas de lo necesario pues los bailarines estudiantes muy jóvenes aún, agotan sus herramientas de improvisación antes de que termine la música y luego entonces, 4 de ellos tienden a caer en el pastelazo... comienza a sentirse un bachecito que se olvida cuando el sexteto interpreta impecablemente piezas musicales ya clásicas como Stand by me y Boots, representando aspectos de la relación hombre-mujer desde un ángulo muy positivo. Las risas no se hacen esperar y el muy merecido aplauso suena por toda la plaza.
Los estudiantes del núcleo son un derroche de energía, tienen un muy buen nivel técnico y denotan compromiso y honestidad hacia su diario quehacer en la danza. Sin embargo a algunos les hace falta foco para dirigir la energía y mas herramientas para la improvisación y creación de su personaje.
Ahora, vale la pena hacer una especial mención del trabajo de Diego "Mur" Vega y Gabriela Ceceña. El dúo resalta en la puesta por una notoria madurez en la creación e interpretación de su personaje y un nivel técnico superior al resto del grupo. En la primera parte que es como un performance, ellos no se van por el lado fácil y la payasada, utilizan un humor mas fino y provocan al público a ser partícipe de la puesta con sus reacciones. Ambos tienen un excelente manejo del centro, habilidad para dirigir la atención, muy buena alineación y por ende mayor limpieza en su ejecución, incursionando ya en el uso de calidades de movimiento, cuestión que da matices distintos a su interpretación en comparación al resto de los compañeros.
Los jóvenes artistas comprenden que aunque la pieza sea de lectura sencilla los personajes son complejos, así como las relaciones que se dan entre ellos y hacia el público. Encontrando maneras de abordar la obra sin caer en el estereotipo y los clichés. Interpretando, BAILANDO.
Un intérprete es también creador. Felicidades!
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