Ojalá que podamos recuperar el sentido de pertenencia al "Equipo de trabajo", no uno y otro, Sino UNO SOLO, UN EQUIPO, UNA ESCUELA, un lugar seguro, amable, de donde cueste trabajo salir, recuperemos la mística de pertenecer a un gremio privilegiado, donde todo y todos disfrutamos estar porque no queremos otra cosa, porque somos felices haciendo danza.
Reflexionemos, ¿porque bailamos? ¿Porque queremos bailar? ¿Porque estoy en esta escuela? ¿Donde preferiría estar?
Si el lugar ideal de un bailarín no es el estudio, y el estado mejor no es bailando... Es el momento de mirar hacia otras latitudes, hacia otras profesiones, deja el lugar para quien muere por sentir la sangre fluyendo al bailar.
En resumen: No enchinches.
1 comment:
Gracias Silvia, por compartir tu manera de ver y hacer danza.
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